El Ajedrez

Vaya fin de año, con unas elecciones que hacen que entremos en el año nuevo sin saber que gobierno tendrá el país donde vivimos.

Pero no nos engañemos. Somos un ajedrez, un juego que a casi todo el mundo le suena pero que casi nadie practica con asiduidad aunque a mucha gente que le preguntes te dirá que le encanta.

En el ajedrez están el rey, la dama, alfiles, caballos, torres y peones, sobre todo peones. Eso es lo que somos, los peones de la sociedad, incluso los que piensan que están por encima del resto forman parte del grupo de peones. Las figuras donde en la vida real creo que ni tan siquiera sabemos quien es el rey de la partida, pero si podemos ubicar a algunos miembros de la sociedad como figuras en un tablero.

El gobierno sería parte de esas figuras, al igual que grandes empresarios, y podemos saber quienes son parte de ese grupo porque cuando ocurren desgracias en atentados de grandes dimensiones por ejemplo nunca hay uno de ellos. Si juegas al ajedrez y tu objetivo es ganar, lo normal es que "ofrezcas" peones para avanzar y lograr ganar la partida. Pero las figuras se esconden, y si esa figura es la dama la proteges.

En los últimos años ha habido grandes atentados, desde el 11S hasta ahora en París en el año que dejamos. En unas torres donde se movía gran parte de la economía mundial, o en los últimos donde se van a inmolar en un campo de fútbol donde hay un presidente de gobierno de una potencia europea, casualmente no cayeron grandes figuras, solo peones. No había un empresario o empresaria de renombre mundial, en el campo de fútbol casualmente se inmolaron en la puerta del estadio mientras que en otros puntos de atentados en París entraron hasta el fondo, donde solo estábamos las piezas menos importantes (yo por suerte no estaba, y gente de mi entorno tampoco).

Por cosas como esas me hacen pensar que no somos más que una partida de ajedrez, donde tenemos que tener suerte de no ser uno de los peones que entran en el sacrificio de la batalla. Y que lo único que podemos hacer es votar para poder cambiar algunas figuras de la partida.

3 Años

Tres años va a hacer que no paso por mi propio blog y más tiempo hace que no escribo, como para esperar que vosotros sigáis entrando.

En realidad tendría que coger por costumbre entrar aquí porque al menos me desahogo escribiendo, pero vamos es una terapia que practico en otras redes sociales.

La cantidad de cosas que se me ocurren siempre que podrían ir en un blog, y cuando te sientas delante de la página en blanco lo difícil que es plasmarlo. Y hacerlo encima de forma coherente es ya casi impensable.

Sentarse, ordenar las ideas, escribir, no cometer faltas o al menos el menor número de estas para no resultar patético, en fin … he de retomar esto como terapia, vaya ya he repetido esto último con otras palabras. ¿Ves?, no es tan fácil. Lo intentaré y esta vez espero no defraudarme a mi mismo.